Primer Vuelo

Me contaron que la vida pasa volando, y hubo un tiempo en el que yo no lo entendía, hasta ese domingo que te vi cruzando la puerta del aeropuerto. Nos despedimos colmadas de felicidad, no hubo ni una sola lágrima, solo sonrisas, felicidad. 

No puedo decir que volaste de nuestro nido, porque no imagino tu vuelo sin un retorno, por eso puedo decir que éste tan solo fue tu primer vuelo. 

Decidiste dejar tu espacio seguro, tu comodidad, para embarcarte en una gran obra, la de servir a las personas y llevarles el evangelio de Cristo. Cómo podría llorar por este vuelo? Si en mi corazón nunca hubo mayor anhelo que el de compartir con otros lo que a mi me salvó.

Hoy es domingo, y desde que te fuiste los domingos se pusieron un poco difíciles, no lo puedo negar, pero los domingos siempre fueron así, no se porqué, es un misterio que aun no logro debelar. Pero como cada domingo, no dejo de pensar en el Salvador y su sacrificio y aunque hoy te estoy extrañando mi gozo se refugia en saber que estas haciendo lo mejor que uno puede hacer en esta vida, te estas olvidando de vos misma para dar y servir a los demás.

Mi princesa! un día vas a saber de qué se trata este amor. Un día vas a leer todo esto (con Tabita) y van a reírse juntas y quizás hasta logre que derrames una lágrima, pero de felicidad. Esa felicidad de saber que fuiste amada profundamente desde antes de nacer.

Te amo hija de mi Alma. Princesa de todos mis sueños hechos realidad.