17 Años







Había una vez una joven que soñaba con ser mamá de una hermosa niña. Todos veían su panza que crecía de manera incontenible y aseguraban que el niño que crecía en ella era un varon. La mamá guardaba silencio, pero en su corazón sólo tenía el deseo que ese bebé fuera una niña. Con cada ecografía que le hacían surgían las dudas. Nadie podía asegurarle si era niño o niña.
Al quinto mes de embarazo comenzaron las contracciones. Si caminaba o hacía un esfuerzo enseguida surgía el peligro de un parto prematuro, así que mandaron a esa joven mamá a guardar reposo. Si hacía a penas unos pasos demás, las contracciones se hacían presente, así que no le quedó otra alternativa que estar todo el verano sentada en la reposera viendo los pajaritos de los arboles. La joven madre tejía y destejía cual Penélope en su dulce espera. Durante esos días de larga espera todas las tardes mientras guardaba reposo, se dedicaba a ver una novela. Se llamaba "Lolita" y en la cortina musical la letra decía "La Quiero a morir". La madre cantó esa canción casi todo el verano de embarazo deseando que ese bebé fuera una niña. Pero todo el mundo que veía su panza decía:- Es un varón. Tanto se convencía la gente de que era varon que hasta comenzaron a regalarle ropa de varon. Y como nadie podía estar seguro hasta la mamá empezaba a sentir que todos tenían razón...era un niño.
El día llegó. Eran casi las doce de la noche, cuando la mamá se fue a recostar en la cama. El papá le pidió que le alcanzara una ropa que estaba justo debajo de la almohada donde ella se había apoyado, entonces justo al jalar la ropa para dársela, con ese pequeño esfuerzo la mamá sintió que algo hizo ¡crack! Y sintió un líquido entre sus piernas. Era la semana número 40 de embarazo. Se había roto la bolsa. El bebé estaba a punto de nacer. No había contracciones, solo el líquido amniótico que no paraba de salir. Cerca de la 1 llegaron al hospital. Internaron a esa mamá que asustada esperaba la llegada de su primer hijo. A las 2 y 30 de la mañana apareció el médico que la había atendido durante el embarazo y que milagrosamente estaba de guardia y le dijo:"No te vamos a hacer sufrir, tu bebé viene sentada y es muy difícil que se de vuelta.Puedo tenerte dos días acá sufriendo pero no lo voy a hacer, vamos a hacer una cesárea". En ese momento la mamá sólo quería que naciera ese bebé asi que no le importó la forma en que el médico decidiera traerlo al mundo. Aun no sabía si era niño o niña. La llevaron al quirófano, ya era la madrugada. Le pusieron anestecia, prepararon todo y a las 4:45 se sintió el primer llanto. ¡ Es una nena ! Dijo el doctor.
De lo más pronfundo del alma esa madre quebrantó en un llanto de emoción. Una emoción que es imposible describir con palabras. Al ver por primera vez a su niña. La princesa de todos sus sueños había llegado para hacerlos todos realidad. ¿Cómo se va a llamar?-preguntó el doctor. -Lisa.-respondió la mamá. -¿Lisa? ¿Cómo la de los Simpson? ¡Avisale a Homero que ya nació Lisa! Homero? Homero? Donde está Homero Simpson? Se escuchaba al médico saliendo por los pasillos hasta la salida del quirófano. Abrió la puerta y le dijo al papá. Homero, ya nació Lisa!
¡La quiero a morir! Esa canción profética que su mamá cantó mientras ella estaba en su vientre, se hizo realidad y ...
Hoy, Ella para las horas de cada reloj y me ayuda a pintar transparente el dolor, con su Sonrisa...
Feliz 17 Años Hija de Mi Alma...

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